HISTORIA // Mayo 2020
A continuación transcribimos un artículo del año 2000, cuando la Trampa de Peces de San Martín de los Andes comenzaba a funcionar. Durante sus primeros años, logró ser reconocida internacionalmente, dándole a San Martín un atractivo turístico único, capaz de proteger la fauna ictícola al mismo tiempo que ofrecía una alternativa para el desarrollo de estudios científicos. Lamentablemente hace ya tiempo que no cumple ninguna de sus funciones…
El sistema hídrico del Lago Lácar en San Martín de los Andes, está constituido por importantes afluentes y un único efluente, los que son utilizados por los salmónidos para su reproducción. Algunos de ellos se encuentran ubicados en proximidades de aserraderos, caseríos u otros asentamientos humanos.
Las grandes distancias, la imposibilidad de contar con medios y personas suficientes (por los altos costos que implica efectuar un control efectivo) y por el desconocimiento de la población sobre la importancia de la preservación de este recurso, ha provocado que año a año la pesca deportiva en el lago Lácar se haya deteriorado cuantitativa y cualitativamente. Tal es así que en la actualidad esta actividad no es tan atractiva turísticamente como lo es en otras partes de la provincia.
Los salmónidos, utilizan para su reproducción arroyos y ríos donde su progenie permanece de uno a tres años, para luego migrar a ambientes más importantes (lagos o mares), donde se desarrollan hasta su madurez sexual. Este comportamiento expone tanto a los reproductores como a su descendencia a ser capturados en los desovaderos con suma facilidad por pescadores ilegales mediante la utilización de ganchos, trampas y carnadas. Sumado a ello, existe un mercado negro (de proporciones desconocidas) de comercialización de los peces capturados sin ningún tipo de control sanitario. El Arroyo Pocahullo, uno de los principales desovaderos de las poblaciones de peces de lago Lácar, sufre este tipo de depredación.
Por los motivos mencionados y como una de las metodologías más adecuadas para el mejoramiento de la pesca deportiva y el control de la pesca furtiva, la construcción de una trampa que permita capturar, seleccionar, reproducir y manejar a las poblaciones de peces que viven en el arroyo y el lago, se presenta como una alternativa eficaz y capaz de ofrecer diversas ventajas con relativa facilidad y a mediano plazo.
Los objetivos principales de esta acción son erradicar el furtivismo de invierno, mejorar la pesca deportiva en el Lago Lácar, crear una alternativa más en lo que se refiere a circuitos turísticos urbanos y educar y concienciar con una óptica ecológica y preservacionista a toda la comunidad. Además se brindará la posibilidad de realizar estudios y ensayos técnico- científicos a centros de estudios tales como universidades e institutos de investigación.
El tipo de trampa elegida para este trabajo consta principalmente de una estructura giratoria ubicada sobre un canal paralelo al curso del arroyo. Esta es forzada a girar con la fuerza del agua, por lo que es llamada “trampa tipo molino”. Dentro de la estructura, una serie de canastos metálicos son los encargados de capturar a los peces que instintivamente ascienden por el canal en busca de sus lugares naturales de desove. Automáticamente, los peces son depositados en piletas ubicadas al lado de la trampa en donde se los clasifica por sexo y distinto grado de madurez sexual, para luego ser desovados en forma artificial.
Existen ventanas de vidrio en canales y piletas, de modo tal que los visitantes podrán realizar un recorrido turístico observando el trabajo diario de los operadores y a los peces que ascienden por los canales.
Las ovas fecundadas serán incubadas hasta su eclosión en instalaciones del CEAN, momento en el cual se procederá a sembrar en distintos ambientes de la cuenca Lácar. Es posible que el excedente de ovas se destine a repoblamientos en ambientes altamente degradados.
Como parte de todo el programa de manejo, también se deberá realizar un seguimiento sobre los reproductores que son capturados a través de su marcación. Dicho seguimiento permitirá conocer entre otras cosas, la dinámica poblacional de las distintas poblaciones de peces y de esa manera fijar las estrategias de manejo más apropiados.
Cabe destacar que sólo tres trampas de este tipo funcionan actualmente en todo el mundo: en las ciudades de Toyoura, Mashike y Chitose, todas en Japón (esta última cumplió cien años en 1997). Las tres han tenido muy buenos resultados en el mejoramiento de la pesca (comercial) en sus respectivas áreas de influencia.
Relevancia tecnológica
Si bien el diseño de este proyecto es único en nuestro país, Bariloche cuenta con una trampa en el arroyo Ñireco que funciona desde hace algunos años y proyecta construir otros complejos similares. A lo largo de estos años los resultados obtenidos por el Centro Regional Universitario Bariloche, junto con la Dirección Provincial de Pesca, han satisfecho las expectativas planteadas en un comienzo.
Otras trampas que emplean enrejados móviles como la del Aº Ñireco, se utilizan en Villa La Angostura (río Bonito) con el objeto de obtener ovas silvestres fecundadas destinadas a siembras, y en Junín de los Andes a través del CEAN, para realizar estudios de migraciones y selecciones genéticas de individuos destinados a la cría artificial con fines comerciales.
Especies
El arroyo Pocahullo es utilizado por distintas especies de peces pertenecientes a la familia Salmonidae, para su reproducción y como hábitat natural de individuos de hasta tres años. Un bajo porcentaje de la descendencia de estas especies puede permanecer en estos pequeños cursos de agua durante toda su vida (“poblaciones residentes”), mientras que la mayoría migra hacia ambientes más productivos y de mayor superficie como mares, lagos, embalses y ríos (“poblaciones migratorias”).
Si bien no existen datos estadísticamente válidos de la composición de especies de esta cuenca se conocen por lo menos dos especies de esta familia: la trucha marrón (Salmo trutta) y la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss). Se cree probable que exista una población residente de trucha de arroyo o fontinalis (Salvelinus fontinalis) en el curso superior ya que son comunes en este tipo de arroyos en esta zona.
Siembras
El programa de manejo de la trampa pretende utilizar el arroyo como lugar de cría y desarrollo de peces de hasta dos o tres años de edad. Este manejo artificial implica una alteración profunda en la estructura y composición de la comunidad íctica del arroyo, ya que se pretende capturar a todos los peces que ascienden sus aguas a reproducirse naturalmente. Se estima probable que actualmente se capture y sacrifique en forma ilegal alrededor del cincuenta por ciento de los reproductores en el arroyo.
La siembra indiscriminada de peces ha sido en ocasiones la principal causa del deterioro de la calidad de pesca en algunos ambientes, debido a la superpoblación que puede generar. Sin embargo, ha demostrado ser una herramienta de manejo altamente eficaz en aspectos tales como educación y refuerzo del reclutamiento natural en sitios con bajas tasas de reproducción.
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